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El barrio más eco

El barrio más eco

Hace casi un año nos llevábamos las manos a la cabeza contemplando impotentes como millones de neumáticos se quemaban a pocos kilómetros de Madrid. Una densa nube negra se podía divisar al lado de una de las principales carreteras de la región y hasta hubo que cancelar clases de colegios por motivos de seguridad. Esta noticia llevó a la primera plana de los periódicos la cuestión medioambiental y qué hacer con este tipo de residuos. ¿Tienen solución?


¿Estamos siendo conscientes de lo perjudicial que pueden ser para nuestro futuro las decisiones que tomemos ahora?


Todo en este mundo está conectado, de ahí que, aunque Seseña (lugar en el que se encontraba este vertedero) esté a una considerable distancia del bello barrio de Salesas madrileño, eso no quiere decir que no nos preocupemos por un suceso como este. Es más, aquí somos conscientes cada vez más de la importancia de respetar nuestro planeta y cada vez son más las tiendas que se instalan en nuestras calles en las que el concepto de la eco sostenibilidad está presente en su manifiesto. De hecho, uno de los grandes emblemas de la moda sostenible de nuestro país, ECOALF (Calle Hortaleza, 116), escogió el barrio para instalar su primer establecimiento. Y da la casualidad, además, de que ellos sí podrían ‘haber dado una respuesta’ al problema de los neumáticos: entre sus propuestas de prendas se encuentran algunas realizadas con neumáticos.

Como ellos mismos reconocen, “el neumático es muy difícil de reciclar, ya que contiene metales, antioxidantes y trozos de tela”, pero gracias a una investigación de dos años pudieron llegar a separar los distintos elementos y darles una nueva vida que en su caso se traduce en, por ejemplo, una línea de sandalias flip-flop y suelas de zapatillas. Y no sólo se quedan en eso. Las redes de pesca o los posos de café también les ayudan a confeccionar prendas con propiedades waterproof, control de olores o resistentes a los rayos UV… las botellas de plástico, con las que despertaron el interés de todo el planeta, son ya parte de la historia de Ecoalf. Con ellas crean tejidos, correas, etiquetas, cordones… Su idea ha sido todo un éxito y si bien mantienen su sede en Salesas, sus diseños se pueden encontrar alrededor de todo el mundo.

Al mismo tiempo que la moda se plantea un plan B para nuestro planeta, el mundo de la cosmética también hace lo propio. Y en Salesas hay varios ejemplos de esto. Quizás el más conocido sea HandMade Beauty (Calle Conde de Xiquena, 17). Diana Burillo, su fundadora, tuvo claro el concepto de negocio que quería desarrollar: un lugar y unos productos que nos ayudaran a sentirnos bien por dentro y por fuera. “Health is the first wealth”, afirma Burillo. Antes de lanzar su propia marca estudió y se preparó profundizando en los productos orgánicos y con toda esa experiencia se decidió a lanzar Hand Made Beauty, una firma que cree en la naturaleza, el poder de las plantas, el comercio justo y en el trabajo manual. No testan en animales y son una de las referencias cuando hablamos de cosmética orgánica. Por ejemplo, sus conocidos esmaltes (que volvieron loca incluso a la conocida tenista Maria Sharapova) son productos veganos, y sus tratamientos, que podemos encontrar en sus centros, apuestan por una vida sin químicos ni toxinas y una apuesta por productos de cosmética orgánica con ingredientes de su ‘apothecary’ y su huerto herbal y floral.

Si HandMade Beauty tiene el sello español, de la milenaria China nos llega DAI CHUN LIN (Calle San Lucas, 11), una firma con casi cuatro siglos de historia que trae a nuestro país (y a nuestro barrio) la cosmética de sus emperatrices. El polvo de perlas, las lágrimas de Job, la poria cocos o el aceite de almendras dulces constituyen la base de sus tratamientos que se presentan en delicados frascos de porcelana y que tiene nombres tan sugerentes como ‘Snow Cream’ o ‘Jade Rojo’.

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Y si es importante cuidarnos por fuera, también lo es por dentro, tener muy en cuenta lo que comemos. Y en eso Salesas ha sido toda una referencia. KIKI MARKET (Travesía San Mateo, 4) afirma ser “no sólo una tienda de comida ecológica”. Y es verdad. Son toda una experiencia para todos los sentidos, desde la vista hasta el gusto, el olfato, el oído y el tacto. Recuperan la estética de un colmado y le aportan un punto de estilo desenfadado pero cuidado. Basta cruzar la puerta de entrada para entender que nos encontramos ante algo diferente a lo estamos habituados. Allí, además, podemos encontrar prácticamente de todo, desde panes y mermeladas a frutas y cervezas. Nos ofrecen verduras de temporada que reciben a diario y que podemos completar con pan de masa madre. La lista de productos sin gluten o sin lactosa, azúcar o con azúcar no refinada llama nuestra atención igual que la idea de poder hacer nuestra compra acompañados de nuestra mascota. En su planta baja, descubrimos un espacio donde poder desayunar, comer e incluso cenar.

Otro ejemplo de esta apuesta por la ecosostenibilidad en Salesas es BUNNY´S DELI, el último llegado al barrio. Se trata de un delicatessen 100% verano que llega directo desde Letonia al corazón de Madrid. Nació como un blog y, cosas de la vida, recorrió el camino contrario al habitual: de Internet saltó a la calle. Primero fue un catering que, además, ofrecía la posibilidad de aprender a cocinar comida vagan a través de las diferentes clases que ofrecía. Ahora eso se completa con un nuevo espacio en la calle San Gregorio que confirma la pasión que despierta esta filosofía de vida en Salesas.

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